miércoles, 8 de agosto de 2012

Angelitos del Tango

 En los años de mi infancia recuerdo haber pasado frente al viejo 24 pulgadas a perilla y ver en la pantalla un señor de gran traje gris con ángeles a sus espaldas, rechonchos y rodeados de cintas que se arrugaban en infinitos pliegues como los acordeones que a cada instante arremetían con ímpetu una nueva melodía que lentamente decaía en la exhalación de un tango.  Esporádicos episodios de canal 7 que quedaron grabados en mi memoria con la voz ronca de Lavie, Amelita Baltar, la negra Varela, Marcelito Fernandez y tantos otros. El conductor de ese programa Don Eduardo Bergara Leumann, vestuarista, actor y artista plástico fue quien creó un espacio donde se combinaba el Cafe concert y el music hall...un espectáculo libre de libretos o rutinas muy al estilo de Armand en el Teatre des Vampires donde los artistas recibían al publico y los acompañaban hasta sus mesas. Durante el espectáculo mientras tomaban una copa de vino, de un momento a otro ellos también serían participes del mágico teatro en vivo que era la Botica, sorprendiendo alguna tímida señorita con la invitación de algún bailarín, Copes quizás a entreverarse un poquito al ritmo del 2x4.
La Botica del Ángel fue creada primeramente en la calle Lima 670 hasta que desgraciadamente se decidió ensanchar la avenida 9 de julio trasladándose junto con todos sus ángeles, recién 20 años después a la calle Luis Sáenz Peña 541 donde se la ve como una pseudo iglesia del Tango, hoy museo de una época porteña. 

Este palacete, cada rincón, cada ambiente, cada obra de arte, trasmite su magia en una escenografía fantástica. Imaginemos que recorremos sus pasillos seguidos por la pétrea mirada de sus ángeles que nos guían por rincones recónditos, hacia los tesoros que guardan sus muros :
 Obras de grandes maestros de la plástica como Antonio Berni (quien pintara un retrato de Bergara Leuman), Quinquela Martin,  Guillermo Roux, Guillermo Kuitca, Josefina Rovirosa...
Toparse de pronto con una carta de Alfonsina Storni, textos de Alejandra Pizarnik, cheques firmados por el mismísimo Gardel ... 
 Los baños de excéntricos detalles como azulejos con diseños de Raúl Soldi o el baño de Shakespeare donde el visitante puede tener el honor de orinar su estampa en el migitorio....
Pedacitos de los cafetines de Buenos Aires, parte de la primer cervecería porteña y para mi el maximo tesoro....la cocina de Doña Petrona C. de Gandulfo .  
La nave principal, escenarios, habitaciones, balcones, terrazas y  patios todos decorados al mas sobrecargado estilo barroco donde se repiten una y otra vez en interminable secuencia ángeles y rosas; como piezas repetidas de un rompecabezas donde a cada momento aparece otra y otra en un collage de objetos, fotografias de la farándula de los años 60, vestidos de Zully Moreno, Libertad Lamarque, Tania, Tita Merelo, un traje de la Infanta Isabel  recuerdos de Eva Peron...e incluso salas completas a "Las Legrand", Di Tella, Circo Criollo....
Aquel fue el lugar de encuentro de las más encumbradas personalidades de la política, la cultura y la música porteña.  Por allí transitaron Manuel Mujica Láinez, Luisa Vehil, Niní Marshall, Eva Dongé, Mecha Ortíz, Valentina, Tania, Leonardo Favio, Valeria Lynch, Marikena Monti, Susana Rinaldi, entre otros artistas.
 Se pueden ver muchas cosas....pero es mejor pasar por allí y verlo con los propios ojos.
y quien sabe quizás algún fantasma se deje ver en un espejo o nos susurré un tango triste de amores perdidos y callecitas lejanas y volver sin mas al retrato en la pared despidiéndose con un guiño indiscreto.
                                                                                                                                       

                                                                                      

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